martes, 24 de agosto de 2010

martes, 17 de agosto de 2010

El Cambalache de la Oposición

El grupo A tuvo su momento de efímero esplendor en diciembre del año pasado cuando la mayoría de los sectores políticos no kirchneristas se “unieron” para intentar dar un golpe al Gobierno Nacional, buscando acelerar los tiempos de la política en un grosero intento de desestabilización institucional. Con ese objetivo se mezclaron radicales, cívicos, peronistas disidentes, macristas y “Pacheco Solanas”.

Desde aquella fecha, este espacio no ha hecho más que intentar instalar una agenda parlamentaria que por un lado, obligue al Gobierno a iniciar una política de ajuste social, y por el otro, desfinancie al Estado Nacional. Observamos entonces el rechazo del Grupo “A” a la política de desendeudamiento impulsado por el Gobierno de Cristina Fernández que logró mejorar de manera exponencial la relación PBI-DEUDA EXTERNA. Asimismo, buscaron, sin éxito, que se paguen los intereses de la deuda -por ellos contraída- ajustando el presupuesto nacional y pidiendo créditos externos con tasas de interés sumamente elevadas. Por el contrario, el Gobierno Nacional y Popular optó por utilizar las reservas del Banco Central –que alcanzaron niveles record en la Argentina- con la clara intención de expandir la economía y permitir apuntalar el desarrollo productivo en el marco de una política económica que lejos está de subordinarse a la especulación financiera.

Por otro lado están el intento de establecer cambios en el régimen de coparticipación federal, y la postura a favor de una rebaja o hasta eliminación de las retenciones al campo. A estas dos medidas que buscan desfinanciar contundentemente al Estado debemos sumar el 82% móvil a los jubilados y la reforma del Indec, dos políticas que se presentan como progresivas pero que no son mas que mensajes demagógicos. En primer lugar, resulta grotesco que aquellos que rifaron el ahorro de nuestros abuelos con el negocio de las AFJP primero y con el recorte iniciado por el gobierno radical después, sean quienes hoy pongan en discusión la política jubilatoria de un gobierno que generó mas de 3 millones de jubilaciones nuevas, logrando aumentar la cobertura de un 60% a casi el 90% de nuestros abuelos, que incrementó notablemente las jubilaciones tras una década de haber estado congeladas, y que permite actualmente un progresivo aumento de las mismas a través de la ley de movilidad jubilatoria. En segundo lugar, detrás del intento de reforma del indec se esconde el propósito de bonistas especuladores que buscan atar su negocio financiero a la inflación Argentina, el debate es por la apropiación de estos sectores de una masa de $37.000.000.000.

Deberiamos mencionar también los cambios aprobados en la Cámara de diputados en el consejo de la magistratura que le da nuevamente grandes privilegios a la corporación judicial y pone en el presidente de la Corte Suprema la dirección del Consejo de la magistratura.

Tras la derrota aquel 28 de junio e independientemente de los intentos desestabilizadores y las trabas que sistemáticamente han querido poner las corporaciones mediáticas, económicas y eclesiásticas, hemos profundizado el proyecto hacia un modelo económico y social inclusivo. Los recientes aumentos a la Asignaciones Universal por Hijo, a las jubilaciones y al Salario Mínimo Vital y Móvil expresan con claridad la voluntad de este Gobierno de seguir dinamizando el eje producción y trabajo.

Paralelamente al despliegue por parte del actual Gobierno de un proyecto político y económico transformador, la oposición navega con rumbo incierto, desorientada frente al cambio del escenario político, descolocada por el resurgimiento del Gobierno, y actuando en consecuencia, de manera desesperada, dando manotazos de ahogado…

Por una parte, el Peronismo Federal reunido con Magnetto, hecho que evidencia la subordinación de ese espacio frente a las corporaciones. Espacio, cabe aclarar, que anticipó no participar de las internas del justicialismo, en una clara señal de debilidad política, profundizada aún más con un candidato PROcesado y otros que miden muy bajo en las encuestas.

Por otra parte, el Acuerdo Cívico y Social en una interna feroz entre Alfonsín y Cobos, a lo que se suma el desplante de Carrio.

Resultan cómicas las declaraciones de estos últimos días que ponen a Carrió en el centro de la escena mediática tras su retiro del Acuerdo Civico y social y su coqueteo con Sola y Reuteman,; a su vez Pacheco Solanas señala sus puntos de coincidencia con la dirigente de la Coalición Civica, dejando abierta la posibilidad de confluir en un armado electoral. Muy bien podría explicar el Tango de Discepolo esta coyuntura politica, donde todo puede suceder...

¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!...
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!...

lunes, 2 de agosto de 2010

Los dueños del campo no son "El Campo"

Biolcati demostró una vez más que es un gran patriota. Un patriota de la Soja y de la renta extraordinaria. Un defensor inclaudicable del bolsillo de los argentinos, los argentinos que valen la pena, los argentinos como uno, los del Jockey Club.

Cuesta entender cómo es posible mentir tanto en un discurso. Cómo es tan fácil lavarse las manos, sacarse de encima la responsabilidad que le señala el dedo de la historia. Porque la historia, señor Biolcati, no es la que contó el sábado en los predios de La Rural. El Centenario de la Patria, 1910, vitoreado por este señor y proclamado la época de oro del país, “el momento en el que mejor estábamos” (¿quiénes estábamos mejor?) fue la más acabada expresión de la exclusión social. Fue el racismo en su forma más pura: mientras un puñado de señorones de galera se pavoneaban con sus esposas pintarrajeadas, la masa de trabajadores inmigrantes protestaba y era reprimida cuando no expulsada bajo la Ley de residencia.

Nada dijo el señor Biolcati de la historia de la tierra argentina, de la campaña del desierto en que Roca le decía a su séquito de bestias: “hasta donde puedan ver es suyo”, luego de apilar cadáveres de indígenas. Nada de las especulaciones inmobiliarias de criadores e invernadores de la pampa húmeda y sus relaciones carnales con Inglaterra.

Entonces la historia cercenada que pretendió contar ese señor el sábado, es un insulto. Un insulto a todos los que lucharon porque esa historia que primó durante mucho tiempo, cambiara. Un insulto para los que tenemos muy presente con qué sectores jugó siempre la Sociedad Rural, a qué equipo pertenece. Siempre punta de lanza del imperio de turno, primero inglés, después yanki y ahora del capital financiero sin patria.

Hay que verlo a Biolcati hablar del hambre. Ese hambre por el que ahora el muy hipócrita se rasga las vestiduras. Un hambre que su fortuna no puede ni imaginar, que quizás podría conocer de cerca en los peones rurales que explota en negro. No se priva este señor de invisibilizarlos cuando se presenta como “representante” del “campo”, cuando Biolcati es el representante de la oligarquía argentina, ese puñado de miserables que hambrea a la masa del Campo. Esa oligarquía que quiere que sigamos siendo “el granero del mundo”, condición que siempre aparejó grandes ganancias para los grupos concentrados dueños de la tierra y de sus productos y que nunca la repartieron ni la repartirán.

Es el colmo que Biolcati nos venga hablar de la pobreza. Es el colmo que hayan sobrado los insultos y los adjetivos descalificantes para con el único gobierno en el último período democrático del país que logró la disminución real de la pobreza creando empleo y subiendo salarios y prestaciones sociales. Sería ridículo en realidad si realmente Biolcati y sus secuaces se preocuparan por la gente y la pobreza. Pero la realidad es que despotrican contra este gobierno porque fue el único que se atrevió a meterles un poco la mano en el bolsillo, cuando quedó bien demostrado que la teoría del derrame nunca se cumpliría porque para los ricos, nunca es suficiente su riqueza.

Y lo más indignante, como dijo Aníbal Fernández, son los personajes del establishment político que pusieron sus caras el sábado para que se las escupieran. Y aplaudieron. Porque ahí no sólo estuvieron los personajes esperables como Macri y De Narváez. También estuvo Eduardo Duhalde. El mayor barón del conurbano. Ese que ahora quiere una Argentina de la convivencia, donde podamos respetarnos y porque no, querernos, los que militamos contra las desigualdades sociales y los que adoran a Videla porque haber librado a la Patria de los peligrosos comunistas guerrilleros. Duhalde, principal jugador de aquí al 2011 de la escena política. Porque Duhalde sigue conduciendo desde su oscuridad, desde su propio pasado que también lo condena, una parte del aparato político más grande de este país, sin el cual todavía no se puede gobernar.

Tengamos bien presente de qué lado está Duhalde y cuáles son los intereses que ese lado representa. El sábado, aunque quiso ocultarse con ese discurso mentiroso, estuvo muy claro qué intereses son los de la Sociedad Rural. Los opuestos a la distribución de la riqueza, que tanto trabajo está costando, por tener semejantes monstruos en el campo de juego opositor.