La CGT y un proyecto… ¡¿revolucionario?!

De revolucionario nada. Resulta absurdo encontrarse con la comparación llevada a cabo por Méndez, titular de la UIA, entre el proyecto de la central obrera y el sistema socialista que rige en Cuba. Lo cierto en todo esto es que sea como sea, vemos como el kirchnerismo forma parte en otra disputa por recuperar el terreno perdido desde el modelo económico de la dictadura hasta el 2003. Nestor no para de repetir por ello, que el esfuerzo que viene es llegar al fifty fifty de Perón.

El pueblo de a poco vuelve a recordar que hubo otros tiempos en los que el pleno empleo era la norma y la justicia social una realidad. Sabe también que siempre fue el peronismo el movimiento nacional a partir del cual se obtuvieron las mayores conquistas sociales.

Da asco ver a Méndez hablar de conflictividad y hacerse el pelotudo cuando a la vista están las prácticas obsenas que los grandes grupos industriales a los que representa, utilizan para levantar en pala sus ganancias a costa del sometimiento de los trabajadores. No lo vemos a este señor obviamente, hablar de la fuga de capitales y de la desinversión a la que nos tienen acostumbrados.

Es atinado Piumato (al frente de empleados judiciales) cuando dice que hay sectores que siguen pensando con la lógica de la dictadura: concentración y centralización del capital, congelamiento salarial, impedimento de la organización de los trabajadores etc.

Si bien está lejos del programa de La Falda de 1957, la CGT con el kirchnerismo ha vuelto a responder a los trabajadores. Es gratificante que lo que en la dictadura era imposible y en los 90 impensable, vuelve a pensarse y a traducirse en acciones concretas.

Renace una vez más en este proceso encabezado por Nestor Kirchner, el ser nacional de un pueblo que nunca dejó de encarnar la doctrina justicialista.